Quiero celebrar, en particular, a todas
las personas
Que me apoyaron, me acompañaron,
Hicieron posible este viaje hacía mis 60
años.
Me asombra, me alegra estar
Deseosa
de cumplir muchos más.
Brindo a la gloria de vivir,
De sentirme un ser humano,
De vivir, sencillamente, entre otros
seres humanos.
Como quiero que la poesía me acompañe,
también, hoy,
Voy a leer “Tal vez será tu voz”, un
poema
De
Norma Menassa.
Gracias a todos, por vuestra presencia.
Os quiero.
TAL VEZ SERÁ TU
VOZ
Algo cruje entre
la hojarasca de este otoño
donde todo me liga a lo que digo
donde tengo la oreja pegada a los terrones
a ver si escucho los ríos subterráneos
el fragor del volcán vaciando el centro de la tierra
a ver si escucho juntarse la muerte y la ternura.
donde todo me liga a lo que digo
donde tengo la oreja pegada a los terrones
a ver si escucho los ríos subterráneos
el fragor del volcán vaciando el centro de la tierra
a ver si escucho juntarse la muerte y la ternura.
Eran paisajes
despiadados
huidizos del amor dinamitando lágrimas
cuerpos despedazados casi niños
corría la sangre sin canales,
el mundo se perdía.
huidizos del amor dinamitando lágrimas
cuerpos despedazados casi niños
corría la sangre sin canales,
el mundo se perdía.
Tócate el
corazón, tócate
y el hambre era un balazo
disparado de atrás entre las hojas y la mañana.
y el hambre era un balazo
disparado de atrás entre las hojas y la mañana.
¿Qué se quiebra
al caminar bajo los pies?
es un murmullo el que perturba al sol,
ninguna voz
ningún humano volviendo distraído,
ninguna casa espera
nadie toma del suelo esa hoja caída
y sueña nervaduras, otros cantos, sirenas.
es un murmullo el que perturba al sol,
ninguna voz
ningún humano volviendo distraído,
ninguna casa espera
nadie toma del suelo esa hoja caída
y sueña nervaduras, otros cantos, sirenas.
Ninguna voz
humedeciendo el muro donde el musgo se apega
no hay otro hombre que conteste al hombre
que camina esta tarde de guerra
entre los árboles quebradizos de este otoño
sin nombrar las palabras
con la cabeza gacha chocando con las piedras
¿qué fue el ayer? ¿hubo el ayer? ¿en qué momento hermano,
humedeciendo el muro donde el musgo se apega
no hay otro hombre que conteste al hombre
que camina esta tarde de guerra
entre los árboles quebradizos de este otoño
sin nombrar las palabras
con la cabeza gacha chocando con las piedras
¿qué fue el ayer? ¿hubo el ayer? ¿en qué momento hermano,
en qué momento?
NORMA MENASSA
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