"Llegar al siglo donde hemos nacido, a veces es imposible. Necesitamos la
novedad y sin embargo no podemos aceptar lo nuevo, cuando lo nuevo se presenta
tendemos a compararlo con lo conocido y nos perdemos la novedad. Y esto porque
lo nuevo no es algo desconocido, sino algo inconocido, pues lo desconocido
sería lo conocido sobre lo que se realiza una operación para dejarlo de
conocer.
Se defiende toda posición de la libido, impulsado por miedo a la pérdida
que podría traer consigo su abandono y desconfiando de la posibilidad de
encontrar una compensación en la nueva, siendo la adherencia o la movilidad de
la libido lo que permite crecer o detenerse intelectualmente.
La Humanidad experimenta una aversión instintiva hacia todas las novedades intelectuales,
hacia todo lo que le exige una transformación, mientras que acepta lo novedoso,
más de lo mismo, aquello que no le exige cambiar su manera de pensar.
Mientras que se opone con violencia a la novedad recién naci-da, se protege
lo que ya se conoce y acepta, siendo este afán de proteger lo que ya no es
válido, una reacción contra lo nuevo.
Cuando hay algo que no se entiende suele ser porque no se acepta, primero
acepto y después entiendo, primero acepto y luego estudio, acepto lo nuevo y
luego trato de entenderlo, después puedo decir que no estoy interesado en ello.
La novedad será siempre la condición del goce, y el goce es gozar de un
saber, sabiendo que el goce de su ejercicio es el goce de su adquisición, pues
el saber ni se exporta ni se importa sólo se ejerce.
Cuando se trata del humano se trata de un saber no sabido por sí mismo, un
saber in-sabido. El instinto animal es un conocimiento que no precisa del
saber, en cambio la pulsión humana es un saber que no precisa del conocimiento.
¿Infidelidad? es una nueva manera de hacer cine, y no a nivel técnico, que
esa no es ninguna novedad humana, sino una nove-dad tecnológica, sino una
novedad en el planteamiento del sujeto. Desde la vieja concepción del sujeto,
donde todos sus actos
tienen que estar justificados desde el pasado, se podría decir que faltan
elementos en la creación de los personajes, pero si partimos de que es el
futuro lo que determina al sujeto, que es su próxima frase y no la anterior,
que no hay justificación sino acto de
decisión, que cualquier relación puede transformarse, que son las palabras
y no los hechos las que producen los celos, que los hechos no existen hasta
después de ser interpretados, que somos el producto de nuestras relaciones
sociales, entonces nada falta.
Podemos decir que se puede hacer mejor, que los actores pueden mejorar, que
el director puede mejorar, que los instrumentos de trabajo, pueden mejorar,
pero la idea de llevar adelante un cine donde no primen los viejos prejuicios
sobre el hombre
y la mujer, ha sido presentado en sociedad.
Freud nos dice que los chistes verdes son los más simples y con los que más
fácilmente se arranca una sonrisa, pero no son los mejores chistes, ni siquiera
es necesario que tengan la calidad de chiste, puesto que sólo pretenden
vengarse con agresividad del rechazo de un tercero.
En el cine también hay películas que atraen porque permiten al espectador
vengarse de las prohibiciones a que están sometidos por humanos, por eso priman
las películas donde se hacen más
muertos por minuto, donde el desenlace se aleja de la realidad posible y se
acerca a la realización fantasmática de un deseo, donde uno puede contra el resto
del mundo, Rambo y sus sucedáneos, donde se sobrevive pese a las inclemencias
del tiempo,
Tarzán, Superman, etc...y sus sucedáneos, sucedáneos que a veces son
imperceptibles los rasgos significantes que se copian, o bien se repite hasta
la saciedad una moral que ya ha caído en los libros, unos gestos cariñosos que
no recuerdan a lo humano sino al trato que los humanos dan a sus animales,
"domesticados".
En el cine nos muestran películas sobre infidelidad: "he disparado
sobre mi mujer y no me van a descubrir", o bien aquella donde el marido
transforma al amante en sicario, o cualquier ciencia ficción que logre mantener
a los ciudadanos en su ningundeo, en la ideología que los prepara para que les
plazca más las películas sobre la muerte que las películas sobre la vida, donde
los prejuicios sobre la mujer quedan donde están, donde
los ciudadanos buscan la muerte desesperadamente cuando ya no son
necesarios para la reproducción de la especie, o bien cuando ya no son
necesarios para la reproducción laboral.
¿Infidelidad? es una película donde se apuesta por una manera de pensar que
te interroga sin condenarte, donde cada mujer y cada hombre son el producto de
sus decisiones y de sus relaciones.
Pruebe a escuchar sin
pensamientos previos, y si le produce críticas cinematográficas, responda con
otra película. A una opinión se responde con otra opinión, a un libro, a una
película, se responde con otro libro, con otra película."
Amelia Díez Cuesta.
Psicoanalista
Madrid: 91 402 61 93
En N.º 94 - Extensión Universitaria - P. 5
¿INFIDELIDAD? una película de MIGUEL
OSCAR MENASSA INFIDÉLITÉ? sous-titré
en français
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire