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samedi 14 mars 2009

ANA BECCIU: "LA POESÍA ES "FEMENINA". NO IMPORTA EL SEXO DE QUIEN LA DICE."

ANA BECCIU
POETA Y TRADUCTORA


Entrevista de Vicente Valero,
El Diario de Ibiza (La Miranda)

Viernes 15 de marzo de 2009

Nació y estudió en Buenos Aires, aunque ya lleva tres décadas viviendo y trabajando en Europa. Llegó a Barcelona en 1976 y se instaló en París en 1981. Pero son muchas sus ciudades, ya que su trabajo como traductora para distintos organismos de la ONU la ha llevado también a Ginebra, a Viena y a Londres. Ha publicado cuatro libros de poemas, el último, ‘La visita’, en el 2007. Y se ha ocupado para Lumen de la edición de las obras completas de la poeta argentina Alejandra Pizarnik, una autora de culto para muchos. Como traductora literaria ha publicado, entre otros, novelas de Tennessee Williams, cuentos de Vernon Lee y la correspondencia entre Hannah Arendt y Mary McCarthy. Llega a Eivissa para clausurar el domingo la segunda edición de Puerto Mediterráneo del Libro (Can Ventosa, 20h.)


— Ha escrito cuatro libros de poemas y en todos ellos el tema del amor ocupa una lugar de privilegio. ¿Ha sido y es el amor también
el sentimiento que le ha animado a escribir poesía?


—Dos son los libros en los que el tema del amor es aparente: ‘Por ocuparse de ausencia’ y ‘Ronda de noche’. Fueron escritos casi contemporáneamente, en un lapso de tiempo existencial, que puede ser visto como extenso, si uno lo cuenta como tiempo de la existencia del individuo, o intenso,
si uno lo cuenta como tiempo de una existencia personal. En los otros dos
libros, ‘Como quien acecha’ y ‘La visita’, si bien hay textos en los que es aparente el amor, la exploración que se explicita es la de la identidad y sus desapariciones.
Este tema, que enuncia torpemente ‘Como quien acecha’, se articula con ‘Ronda de noche’, con el uso de los pronombres, que en ‘La visita’ se radicaliza. No es, entonces, el sentimiento del amor el que me ha
animado a escribir poesía. Lo lamento. Verá usted, cuando empecé a escribir
‘Ronda de noche’ me proponía hacer un ensayo sobre el amor. Es decir que mi punto de partida fue intelectual, no sentimental. Y como un ensayo es una exploración y una reflexión, la escritura misma, a través del lenguaje que estaba usando, y detrás de la lengua que es la mía, develó las arenas movedizas de las que trata de salir el decir: quién dice, a quién lo dice.
Alberto Manguel, que es un lector muy sutil, en su prólogo a ‘La visita y otros libros’ dice que amar –las palabras «amor» y «amar» resuenan por los cuatro libros– «consiste en buscar siempre lo que no puede verse, lo que no será nunca del todo nuestro», lo que no está. De esto se trata: de ausencias. Me esfuerzo con mi lengua en nombrar lo que no está, lo que de nosotros
ya no está.

—¿Existe una poesía «femenina», distinta, con carácter propio?

—La poesía es «femenina». No importa el sexo de quien la dice. Es genéricamente femenina. Es el lado «ella» del lenguaje.
Es excéntrica e histérica, y por eso es revolucionaria, es Casandra y es Antígona. Por eso decía Celan que la poesía «se adelanta a nosotros, quema nuestras etapas».

—¿Cuáles han sido y son hoy sus poetas de referencia?

—Los que han sido lo son también hoy, sólo que he ido descubriendo a otros. Darío, César Vallejo, Cernuda, Lezama Lima, Juan L. Ortiz, Enrique Banch, Pizarnik, Olga Orozco, Artaud, Michaux, Shakespeare, Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Rilke, Sylvia Plath, Auden, John Donne, Djuna Barnes, Néstor Perlonguer, Paul Celan, Juan Gelman, Anne Carson,
Gloria Gervitz, Jean-François Bory, Arturo Carrera; en fin, la lista es larga.

—Ha editado la poesía completa de Alejandra Pizarnik. ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Qué importancia ha tenido esta poeta en usted y en su obra, así como en la poesía hispanoamericana?

—El proyecto surgió de una conversación con Ana María Moix, en 1976, cuando llegué a Barcelona. Me presentó a Esther Tusquets y se lo planteamos. A fines de los años 90 la idea se concretó y Esther asumió el riesgo de editar la obra completa,diarios incluidos. Leí por primera vez la poesía de Pizarnik a los dieciocho años y poco tiempo después el azar quiso que nos conociéramos personalmente. Alejandra era muy generosa con los aprendices de poeta y nos apoyaba mucho. Una se sentía muy respetada cuando ella te corregía un poema que le llevabas (que te exigía que le llevaras, como quien te sienta a hacer los deberes), y sus correcciones eran
tremendas; la mayor parte de las veces no quedaba nada de lo que habías escrito, y tenías que hacerlo de nuevo u olvidarlo, pero ella no te dejaba olvidarlo. Además nos hacía leer mucho, todos los poetas que ella conocía y nosotros todavía no. Marianne Moore decía que el poeta no habla la lengua sino que la medita. De esta meditación de Alejandra Pizarnik nace la nueva poesía hispanoamericana.

—Olga Orozco también es una referencia constante en usted, por su amistad y su obra....

—Olga Orozco es una gran referencia en mi vida, no sólo porque su poesía, una de las mayores que se han escrito en nuestra lengua, fue y sigue siendo fundamental (para todos nosotros) sino también porque fue una gran amiga mía, y que su amistad me acompañó siempre, viviendo ella en Buenos Aires y yo en París. La echo mucho de menos. Sus consejos, sus recomendaciones,el ejemplo que fue su vida, como poeta y como mujer, son mi tesoro; lo llevo conmigo a todas partes.

—Como traductora, ¿se producen interferencias entre la obra del autor traducido y la suya propia?

—No, no creo que los libros que traduzco interfieran en mi escritura. Vivo de mi trabajo de traductora, pero muchas veces tengo la inmensa suerte de traducir libros que amo, que quiero que otras personas lean, quiero que estén en castellano, que vengan a formar parte de nuestra cultura.

—Recordamos a Cortázar en Puerto Mediterráneo del Libro... ¿Qué puede decirnos de su obra?

—Leer a Julio Cortázar es como abrir una ventana y descubrir un mundo. Su obra no se agota en un libro o una lectura. Cortázar será con el correr de los siglos como Cervantes o Shakespeare: siempre moderno, siempre innovador, siempre incitador.

—¿Y como traductor?

—Fue un traductor excepcional; ahí tenemos las ‘Memorias de Adriano’, de Yourcenar, o los ‘Cuentos’ de Poe, obras que hoy, en su traducción, son nuestro patrimonio cultural.

—¿Había estado usted antes en Ibiza?

—Visité Ibiza una sola vez, creo que en 1980, más o menos. Vine a visitar a una amiga argentina que vivía en una casita alejada en medio del campo. Era verano y me acuerdo de la luz, del viento, del color del mar, y como no había agua en la casa, me acuerdo que nos duchábamos al aire libre, con el último rayo de sol de la tarde.

mercredi 11 mars 2009

NE TE SUICIDE PAS, SEIGNEUR...

Ne te suicide pas, Seigneur, voici qu’apparaît une orchidée parmi les ruines,
Ne te suicide pas, Seigneur, voici que renaît le ruisseau dans le cratère d’une tombe,
Ne te suicide pas, Seigneur, le ciel a mis du givre sur sa balafre, l’océan a guéri sa blessure d’un bandage de corail.

Ecoute, Seigneur, ton univers qui était enfantin comme le cartilage, le voilà revenu de sa première fougue, de sa grande désobéissance ;
Les comètes continuent de voyager comme des berlines après une halte au carrefour de deux paniques,
L’azur n’en est que plus profond, d’avoir été un peu rapace,
L’aurore n’en est que plus belle, d’avoir failli ne jamais revenir.

Tout n’a pas tellement changé, Seigneur;
Regarde ce hameau, combien de cascades pourraient naître dans sa mare, combien de peupliers dans son ortie?

Tout n’a pas tellement souffert, Seigneur;
Déjà l’épi de blé pousse dans l’orbite de ceux qui moururent de faim,
Déjà les fillettes sautent à la corde sous les ombres de ceux que l’on décapita…

Tout n’est pas tellement tragique, Seigneur,
Puisqu’il y a la route sans fin où même l’exil est oublié,
Puisqu’il y a le vent si doux que même les soupirs y sont joyeux,
Puisqu’il y a tout ce qui hurlent l’immense plaisir d’être vivant !

Alain Bosquet (Russie, 1919-1998)

NO TE SUICIDES, SEÑOR...

No te suicides, Señor; he aquí que aparece una orquídea entre las ruinas;
no te suicides, Señor; he aquí que renace el arroyo en el cráter de una bomba;
no te suicides, Señor; el cielo ha puesto escarcha sobre su rostro acuchillado, el océano ha curado su herida con un vendaje de coral.

Escucha, Señor; tu universo que era infantil como el cartílago, míralo arrepentido de su primer arrebato, de su mayor desobediencia;
los cometas continúan viajando, como berlinas tras un alto en la encrucijada de dos terrores;
el azul del cielo se ha hecho más profundo por haber sido un poco rapaz;
la aurora se ha hecho más bella por haber estado a punto de no regresar nunca.

El mundo no ha cambiado tanto, Señor:
mira esa aldea, cuántas cascadas podrían brotar de su charca, cuántos álamos de sus ortigas.

El mundo no ha sufrido tanto, Señor:
ya brota la espiga de trigo en la órbita de los que murieron de hambre,
ya las niñas saltan a la cuerda bajo las sombras de los que fueron decapitados.

La cosa no es tan trágica, Señor,
ya que existe el camino sin fin donde hasta el exilio es olvidado,
ya que existe el viento tan suave que en él hasta los suspiros son alegres,
ya que existe todo lo que grita el inmenso placer de estar vivo.


Alain Bosquet (Rusia, 1919-1998)

mercredi 4 mars 2009

CARTA ABIERTA A LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS GRUPO CERO: Psicoanalistas, Profesores, Coordinadores y Alumnos (fragmento)

Madrid, 18 de octubre de 1989

CARTA ABIERTA A LA ESCUELA DE PSICOANÁLISIS
GRUPO CERO: Psicoanalistas, Profesores, Coordinadores y
Alumnos.

(fragmento)

Abriendo, ahora, delicadamente la cuestión, Freud aconseja psicoanalizar ciertos prejuicios antes de entrar en la teoría psicoanalítica, haciendo como hacemos, forzando las palabras, podríamos decir que la teoría psicoanalítica es sólo para personas que se psicoanalizan.

Y no habríamos exagerado mucho la frase de Freud que en última instancia donde él la pronuncia es para llamar la atención sobre los problemas sexuales inconscientes del candidato a conocer su obra.

Realidades inconscientes, dice Freud, que operarían de resistencia a la comprensión saludable de los textos psicoanalíticos.

Posiciones narcisísticas del sujeto que lo llevan hasta la exterminación de una frase o su contraria, por no poder soportar lo que esa frase anuncia para él mismo.

En pocas palabras, aquietada la envidia, dominado el asco por la existencia en el mundo de otras personas además de mí mismo, elaborado un gran porcentaje de los celos como deseo y aceptado que aunque lo conozca todo, que es imposible, no lo podré tener.

Recién, ahora, dice Freud, podré dejarme llevar por la mano del inconsciente en los textos psicoanalíticos.

El deseo en Freud tiene que ver con la transmisión del psicoanálisis en la fórmula sencilla que ya podemos decir sin ignorancia: El deseo en Freud es la transmisión del psicoanálisis.

Una fórmula sencilla abierta a la polémica y abierta también a miles de frases posibles de ser articuladas en la falta de sentido del deseo.

En la falta de sentido de la vida del hombre moderno, a menos que el sentido sea buscar la felicidad que es imposible y de hallarla no estaríamos preparados para gozarla más allá de nuestro deseo.

Deseo inconsciente que funda y regula toda nuestra actividad en sucesos del lenguaje, para decirlo con mayor certeza, la vida del sujeto condensada en un hecho de las palabras entre sí.

El sujeto no es ninguna de las palabras sino el puente indeciso de sus conjugaciones.

El psicoanalista al igual que el poeta es un diestro sin manos, sus voces son instrumentos de alguna de las formas de lo Otro.

A esta altura cualquiera de vosotros podría intentar decir que una teoría así merece ser vivida, pero es precisamente de eso de lo que quiero hablar antes de cerrar este latido para que dé comienzo la temporada.

Sería conveniente que se vayan curando de esa intensa pasión por vivirlo todo ya que todo, si del psicoanálisis se trata, tiene sus límites en los límites propios de una conversación, donde si bien se me podría decir que ambos participantes de la conversación padecen de lo mismo (los efectos inconscientes en el simple hablar) a mí se me ocurre que el mismo padecimiento es llevado a cabo en diferentes estilos.

Uno es el psicoanalista, otro el psicoanalizando.

Uno compra, el otro no tiene para vender sino su tiempo.

El riesgo lo corre siempre el psicoanalista, el que paga es el que se psicoanaliza.

Cuando la conversación finaliza, el psicoanalista, en general, sigue siendo psicoanalista.

Lo que no queda de ninguna manera asegurado es que el que se psicoanalizaba al finalizar quede transformado en psicoanalista.

Quiero dejar claro que, para desear y transmitir, no ha de alcanzar la sencillez del habla ya que si bien por ésta entramos en el juego, el habla no es historia a menos que la escriba y ella misma, por serlo, ya estaba escrita.

Miguel Oscar Menassa
Director de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero

Publicado en: http://lacomunidad.elpais.com/psicoanalisis-para-todos/posts

dimanche 1 mars 2009

JOUER À AIMER

Au de-là de mes yeux
Qui es-tu ?
Qui te connais?

Si je ne jouais pas à ce jeu
de faire comme si je t’aimais

Dans quel immense oubli
tomberais-tu, toi et ton nom?


C’est le dernier jour que je t’attends,
La fourchette me regarde
avec une infinie tristesse entre les dents.

Nous avions dit huit heures et demi d’hier
et c’est aujourd’hui et tu n’es pas venu.

J’inspire aux murs
une compassion
violette et mélancolique.

Ne t’inquiètes pas
alors que je t’attendais

sachant avec certitude
que tu n’arriverais jamais

et sans arrêter pour cela de t’attendre,
j’ai écrit quatre ou cinq poèmes.

L’un d’eux aurait ta manière de
s’arracher la barbe, si tu n’étais pas imberbe,
et un autre ta manière exacte,
d’arriver en retard à tout.

Les oreillers revêtent un sillon
d’inappétence au milieu du front.

Nous avions dit huit heures et demi d’hier.
Cent ans ont passé et tu n’es pas venu.

J’ai écrit plusieurs livres.

L’un porte ton nom
mais aucun n’est ton fils.

Quel improbable
t’occupe donc ?

Es-tu donc mort ?

Ma spécialité
c’est de t’attendre.

Je sais attendre debout, couchée
je sais attendre mélancolique, furieuse,
je sais attendre comme si je n’attendais pas.

Si tu venais, si réellement tu arrivais,
serais-je préparé pour la rencontre ?

J’ai une peur atroce et quotidienne.

Une peur de voir tourner les saisons
et moi, de rester tranquille,

au cas où tu viendrais,
au cas où tu te déciderais
à me briser le cœur.

Mon amour ne peut plus que ton souvenir.

ALEJANDRA MENASSA DE LUCIA
(Traduction de Claire Deloupy Marchand)
Madrid, 5-7-04

JUGAR A AMAR

Más allá de mis ojos
¿Quién eres tú?
¿Quién te conoce?
Si yo no jugara a este juego
de hacer como que te amo
¿En qué inmenso olvido
caeríais tú y tu nombre?
Es el último día que te espero,
El tenedor me mira con un aire
de infinita tristeza entre los dientes.
Dijimos ocho y media de ayer
y es hoy y no has venido.
Le inspiro a las paredes
una compasión
violeta y melancólica.
No te preocupes,
mientras esperaba,
sabiendo a ciencia cierta
que no llegarías nunca
y sin dejar por ello de esperarte,
he escrito cuatro o cinco poemas.
Uno de ellos tendría tu manera de
mesarse la barba, si no fueras lampiño,
y otro tu misma , exacta forma,
de llegar tarde a todo.
Los almohadones visten un surco
de desgana en mitad de la frente.
Dijimos ocho y media de ayer.
Han pasado cien años y no has venido.
He escrito varios libros.
Uno tiene tu nombre,
pero ninguno es hijo tuyo.
¿Con qué cosa improbable
estarás entretenido?
¿Te habrás muerto?
Yo me he especializado
en esperarte.
Sé esperar de pie, acostada,
sé esperar melancólica, furiosa,
sé esperar como si no esperara.
Si vinieras, si realmente llegaras,
¿estaría preparada para el encuentro?
Tengo un miedo atroz y cotidiano.
Un miedo de ver girar las estaciones
y yo quedarme quieta,
por las dudas vinieras,
por las dudas te animaras
a romperme el corazón.
Mi amor ya sólo puede tu recuerdo.

ALEJANDRA MENASSA DE LUCIA

Madrid, 5-7-04