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dimanche 20 septembre 2015

Presentación del libro de ALEJANDRA MENASSA DE LUCÍA, "EL HOMBRE QUE ESPERABA" - Agroturismo SA TALAIA - IBIZA - Jueves 17 de septiembre 2015 -

Buenas tardes. 

Gracias a todos por su presencia para la presentación del octavo libro de poesía de Alejandra Menassa de Lucía, EL HOMBRE QUE ESPERABA.
Estamos invitados por Marion Barbara, Directora del hotel. Es un deseo de ella, ofrecer aquí, espacio a artistas, tanto locales como internacionales.
El séptimo libro de Alejandra Menassa, “La piel del deseo”, ha sido galoneado con el Premio de la International Writers and Artist Association, al mejor libro de poesía 2005.
Alejandra, Psicoanalista de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero, Médica Especialista en Medicina Interna, autora de ensayos de Medicina y Psicoanálisis, Poeta, es integrante de la Escuela de Poesía Grupo Cero, desde 1990. Coordina talleres en la misma institución, desde 1992.

El libro suyo que presentamos hoy está compuesto de 34 poemas, repartidos en 4 apartados:
1 - EL HOMBRE QUE ESPERABA
2 - LOS RUIDOS DEL AMOR
3 - LAS POETAS NO SABEMOS AMAR A MEDIAS
4- LECCIÓN DE ANATOMÍA,
Son, también, títulos de poemas que abren o cierran cada apartado.
 
 Ni huir ni arremeter contra nadie. Aprender a conversar tranquilamente. Eso enseña el amor”, nos dice el poeta Miguel Oscar Menassa.
Nos dice, también: “El arte genera humanidad.”
En los poemas que habitan El hombre que esperaba, en una divina floración de vocabulario, Alejandra Menassa genera una conversación entre dos humanidades, donde están en juego los deseos que las atraviesan.
“Duele el adiós pero lo calma el verso.
El sexo, que es algo que hasta las aves
hacen, se humaniza en la página.
Civilizo mi animal cuando lo paso por la letra.”, nos dice la poeta en “Llegas, tocas y partes”, poema que cierra el primer apartado “El hombre que esperaba”.
 
En sus versos, tejido de poesía y de psicoanálisis, nace un hombre que esperaba que  lo escribieran, nace una poeta que enseña un camino para el amor, al que esperaba:
“se paseaba por las inmediaciones de mi sexo sin temor,
no como tantos que contemplan con horror
lo que confunden con mutilaciones fruto de castigos horribles.”

 Un encuentro entre dos humanidades, fruto de un deseo universal trabajado por los poetas:
“¿Es que no había uno solo en el planeta
Que hubiese aprendido a apreciar lo femenino?
Freud, tú se lo mostraste, está todo escrito.
¿Ni uno sólo había aprendido la enseñanza?

“Rilke, tu fuerza realza el misterio de mi sexo.
¿Es que no se han paseado por el edificio de tu poética?”
“Menassa, poeta del futuro, en tus páginas
vive ese hombre."

El hombre que esperaba, una obra que asienta fuertemente el deseo de una mujer:
“Lo que me pasa a mí
es que contra todo pronóstico,
violando normas establecidas,
rompiendo cadenas de falsas ilusiones,
fragmentando espejos de Narciso,
lo que me pasa a mí es que soy una mujer
y gozo y amo y deseo.”
Un libro que también enseña la relación que mantiene la poeta, con el psicoanálisis, con la poesía:
Sobre el deseo, en el poema No conozco el sabor de tu ausencia, podemos leer,

El deseo no pregunta, entra sin llamar,
no conoce las reglas de la cortesía,
invade fibras y aventa pasiones,
subleva células y derriba diques,
no sabe de moral ni de pudor,
la razón no lo dirige ni puede contenerlo.

En el poema No quiero ser:
“Pero amor, debo confesarte algo:
no puedo pertenecer a nadie,
he de decirte que además de imposible,
inalcanzable, puro diamante tallado entre palabras,
rubí desesperado, perfecto zafiro,
es a ella a la que pertenezco:
Soy de la poesía, no conozco más dueño.”

Les recomiendo perderse, volver a perderse entre las páginas de EL HOMBRE QUE ESPERABA, de Alejandra Menassa de Lucía.

Sylvie Lachaume 
Organizadora de la presentación.

 



                         Alejandra Menassa de Lucía, firmando su libro de poesía:
                                         EL HOMBRE QUE ESPERABA

                            Invitada por el Hotel Sa Talaia -  17 septiembre 2015

                                          Organizadora: Sylvie Lachaume, 
              coordinadora de Amelia Díez Cuesta y Miguel Oscar Menassa en Ibiza.



                              

dimanche 1 mai 2011

HOY ME HE DADO CUENTA DE ALGUNOS ASPECTOS MISERABLES DE MI VIDA

Cómo hay que dar al yugo su alimento de bueyes,
y coronar las viandas con generosos vinos,
el alma necesita también de las palabras.
Aceptar o morir gritaba el condenado.

La verdad se retuerce en las entrañas,
pugna por instalarse en vísceras secretas.
Perdemos lo que fuimos,
un pensamiento antiguo brilla a la luz
de un nuevo amanecer.
Pero duele la miseria de saberse egoísta,
de haber querido todo para sí,
de haber sido celosa hasta los tuétanos
de haberse dejado arrastrar por el carromato de la envidia.

Pero uno no es nunca del todo miserable,
siempre brilla una estrella en el fondo del ojo,
siempre hay un corazón que arrojar a los perros,
el hombre es hombre porque se sobrepone a su miseria,
hace nudo con otros y eso lo salva,
lo sostienen los libros, los discursos,
lo apalea la vida, la palabra,
hasta signar con fuego su caduca belleza,

Hasta que aprende a amar.

ALEJANDRA MENASSA DE LUCIA

jeudi 8 octobre 2009

ODA A LA POESÍA

¡Tú: la forma más pura del lenguaje.
Eres un hombre lúbrico y su semen.
Tú: decantación de la humana historia o su milagro,
su sostén y sus alas,
único acercamiento posible a lo indecible.
Refulgentes como astros se alzan de la tumba
tus poetas, los que moran en tu vientre,
los que haces nacer en plena página,
aquellos que pares cada día a la luz rosada del poniente.
Te arrastras por el barro con el soldado,
te me vuelas de noche con las trapecistas
gozas en la cama de las meretrices,
acompañas insomne las noches de trabajo del galeno,
te pierdes en la luz insistente de la fábrica,
en la luz tenue de los teatros,
en la luz cefálica de las minas.
Haces girar el mundo con tu ritmo,
con tus exhalaciones se pueblan las cantinas,
en tu sangre laten el poeta, el sacerdote y el mendigo.
El agujero por donde se entra al mundo,
no es ese que el pincel de Courbet inmortaliza;
son tus brazos ahuecando la muerte para que el poeta nazca,
son tus piernas abriéndose a la noche para exhalar su alma.
Eres del hombre, su diamante,
su gema maravillosa, pero también, el resto del lenguaje;
desperdicio, vacío que lo hace nacer,
el epitafio del sentido,
la muerte de la razón,
la burla de la carne.
Dama inmortal, hombre sacrílego,
muere el dolor acuchillado, en tu presencia.

ALEJANDRA MENASSA DE LUCIA

Agradecimientos a la página Poesía Grupo Cero
http://www.poesiagrupocero.com/