26 de octubre de 1976,
Madrid
Querida:
Decile a tu marido que lo amo.
Amo a toda la humanidad y la humanidad,
no lo sabe.
Estoy perdido.
El dolor,
ya pertenece definitivamente a la literatura.
Decile a tu marido que lo amo.
Amo a toda la humanidad y la humanidad,
no lo sabe.
Estoy perdido.
El dolor,
ya pertenece definitivamente a la literatura.
En el universo de las formas todo es
infinito.
Puedo asegurarte, querida, que en el universo de los contenidos, todo es infinito.
Soy,
debo confesarte,
el antropólogo de la sociedad contemporánea.
Vivo entre salvajes,
tienen,
una rara manera de vivir.
Querida,
los salvajes
te esperan.
Debes acercarte mortalmente a la magia,
vivir entre ellos tranquilamente.
Son primitivos,
sólo tienen armas contra nuestros cuerpos,
con la palabra,
con la palabra,
todavía,
no saben lo que hacer.
Algunos te hablarán de la guerra; es una ilusión.
Te, hablarán de la familia; ese es el pasado.
Algunos te hablarán de la ciencia y de la poesía; es una ilusión.
Algunos, los peores, los casi incurables, te hablarán todo el tiempo,
del sexo y de la muerte, debes saberlo, también es una ilusión.
La diversión,
la verdadera diversión,
no sé cual es.
Puedo asegurarte, querida, que en el universo de los contenidos, todo es infinito.
Soy,
debo confesarte,
el antropólogo de la sociedad contemporánea.
Vivo entre salvajes,
tienen,
una rara manera de vivir.
Querida,
los salvajes
te esperan.
Debes acercarte mortalmente a la magia,
vivir entre ellos tranquilamente.
Son primitivos,
sólo tienen armas contra nuestros cuerpos,
con la palabra,
con la palabra,
todavía,
no saben lo que hacer.
Algunos te hablarán de la guerra; es una ilusión.
Te, hablarán de la familia; ese es el pasado.
Algunos te hablarán de la ciencia y de la poesía; es una ilusión.
Algunos, los peores, los casi incurables, te hablarán todo el tiempo,
del sexo y de la muerte, debes saberlo, también es una ilusión.
La diversión,
la verdadera diversión,
no sé cual es.
A veces,
un rayo devastador de alegría,
cruza el corazón,
inesperadamente.
un rayo devastador de alegría,
cruza el corazón,
inesperadamente.
La vejez no existe.
Miguel
Oscar Menassa
SALTO
MORTAL - 1977 online
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