Te añoro
con la ansiedad de un pájaro herido
sin canto
sin aleteo
sin cielo
para volar.
Añoro las palabras que no dijiste
los gestos amordazados por la vida
la luz de la mañana que nunca veremos.
Pasa la vida y en su paso
resuenan otros pasos.
Los que marcaron
con su huella de arena
el camino.
Los que nunca quisimos dar.
Por desidia
por pavor
por creer que la vida no acabaría nunca.
A veces irrumpe el deseo
disfrazado de amor
y todo palpita.
Y no queremos, no,
dar un paso más.
El calor del mundo palpita en nuestros besos.
Nuestros abrazos lo abarcan todo.
El despertar es brutal.
El mundo sigue igual
alocado
repetitivo
apenas iluminado
por intrépidos corazones
trabajadores de la vida
de la letra.
En aquella penumbra solo nos alienta
si fuese posible
el próximo abrazo
el
verso por venir.
CLAIRE DELOUPY
Escuela de Poesía Grupo Cero
Taller Sábados 18h. Madrid
Coordinador: Miguel Oscar Menassa
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