Hazte cargo de tus palabras.
Vive al amparo de una nueva inteligencia,
abandona la multitud pasada,
crepúsculo piadoso.
Sube sombras que te cobijan
y monta a pelo,
alrededores de ciudades muertas.
Quítate el collar de recuerdos,
abre viejos cofres donde duermen
álbumes antiguos,
retocados fantasmas.
Después,
todo se borra.
La aldea sumergida,
los remolinos
que vuelven a hundirse
en el mar.
Calafatea el pubis aventurero
llegando en rumores a calles desoladas.
En el asombro generoso,
que sapiente y desconocido,
modela con severos pespuntes,
rumiante entre líneas,
una alegría consonante.
Jaime Icho Kozak
Vive al amparo de una nueva inteligencia,
abandona la multitud pasada,
crepúsculo piadoso.
Sube sombras que te cobijan
y monta a pelo,
alrededores de ciudades muertas.
Quítate el collar de recuerdos,
abre viejos cofres donde duermen
álbumes antiguos,
retocados fantasmas.
Después,
todo se borra.
La aldea sumergida,
los remolinos
que vuelven a hundirse
en el mar.
Calafatea el pubis aventurero
llegando en rumores a calles desoladas.
En el asombro generoso,
que sapiente y desconocido,
modela con severos pespuntes,
rumiante entre líneas,
una alegría consonante.
Jaime Icho Kozak
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